LANZAROTE, la isla de los cien volcanes.

El espectacular paisaje de Lanzarote lo han dibujado a medias, en un mano a mano, la lava i el ingenio de los conejeros (así es como se conoce popularmente a los lanzaroteños). Tierra negra i bermeja que han sabido domar los habitantes de esta Isla con esfuerzo, tesón e inteligencia y que ha dado lugar a campos de lava cubiertos de tierras fértiles recuperados para el turismo, a pueblos exóticos, y a la declaración de Reservado de la Biosfera. Un universo por descubrir, que tiene su inicio en las oficinas de Cabrera Medina, donde recogemos nuestro vehículo

La Graciosa desde el Mirador del Rio.

En mil setecientos treinta se abrió la tierra en la zona de Timanfaya y expulsó fuego, piedras al rojo vivo y cenizas, durante seis años consecutivos las erupciones no cesaron y esta parte de Lanzarote quedó sepultada bajo la lava, desgracia del momento que convirtió a este espacio en un paisaje único que actualmente es el Parque Nacional; desde el mirador natural de Montaña Rajada puede contemplarse un inmenso mar de piedra rojizas que ocupa cincuenta kilómetros cuadrados del área de Timanfaya. El Centro de interpretación del parque está en el pueblo de Mancha Blanca. Por otro lado, los agricultores le dieron la vuelta al problema al descubrir que la ceniza es una absorbente de la humedad nocturna. I que es perfecta para la vid y las plantas de raíces profundas especialmente en una Isla donde las lluvias son escasas. Con este sistema crecen dos de los cultivos más importantes de la isla, la cebolla y la vid.

A 2 km de San Bartolomé, en el núcleo de Mozaga se encuentra el museo del Campesino, el centro se construyó siguiendo el estilo arquitectónico de la Isla, que se caracteriza por la Blancura de sus fachadas y por su sencillez de líneas. En el exterior del museo podrá ver el Monumento a la Fecundidad, obra del desaparecido César Manrique, quien dejó su huella artística en diversos rincones de la Isla, Como el maravilloso Jardín de los Cactus o los sorprendentes Jameos del Agua; espacios emblemáticos a los que accedemos mediante el coche alquilado en Cabrera Mediana.

Parque Nacional de Timanfaya.

El Jardín de los cactus

El Jardín de Cactus es un oasis de paz que cautiva a los visitantes con su impresionante colección de cactus y un diseño paisajístico único. Ubicado en el corazón de la isla, en el pueblo de Guatiza, este jardín es una de las creaciones más emblemáticas del artista local César Manrique, que fue naugurado en 1990. Es un homenaje a la flora autóctona de las Islas Canarias, especialmente a la fascinante variedad de cactus que se encuentran en la región, alberga más de 1,400 especies diferentes de cactus, procedentes de todas partes del mundo, que se exhiben en un espacio a modo de coso, flanqueado por terrazas a modo de bancales.

César Manrique supo combinar len esta obra la arquitectura tradicional de Lanzarote con su pasión por la naturaleza. El jardín se distribuye en terrazas escalonadas, con senderos serpenteantes que permiten a los visitantes explorar y descubrir la belleza de cada rincón. Las estructuras de piedra volcánica y las esculturas de hierro forjado se integran armoniosamente, creando un ambiente mágico y evocador.

Jardín de los cactus, de Cesar Manrique.

En el jardín llama la atención la zona donde se erige un molino de viento tradicional, símbolo de la historia agrícola de la isla. Desde el molino, los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas del jardín y de los campos de cactus que se extienden hasta el horizonte.

Además de su impresionante colección de cactus, el jardín alberga un pequeño auditorio al aire libre donde se celebran conciertos y eventos culturales durante todo el año. También cuenta con una tienda de souvenirs donde los visitantes pueden adquirir recuerdos únicos y productos locales.

Casa Museo del Campesino, de Cesar Manrique.

Los Jameos del agua

Los Jameos del Agua son una maravilla arquitectónica hibridada con la naturaleza. Este impresionante complejo forma parte de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote, y es una de las creaciones más emblemáticas César Manrique, que se encuentran en el norte de la isla. Estan emplazados en un complejo volcánico que se formó hace miles de años durante una erupción volcánica, cuando el techo de un túnel de lava se derrumbó, creando un sistema de cuevas subterráneas únicas en su tipo. Lo más impresionante de los Jameos del Agua es su belleza natural y su diseño arquitectónico innovador. El complejo cuenta con una serie de cuevas interconectadas, formadas por pasajes estrechos y aberturas naturales que permiten la entrada de la luz y la ventilación. El contraste entre la oscuridad de las cuevas y la luz natural crea un ambiente mágico y surrealista que cautiva a los visitantes desde el primer momento.

El corazón de los Jameos del Agua es un lago de aguas cristalinas, alimentado por un manantial subterráneo. Este lago es el hogar de una especie única de cangrejo albino, conocido como «Jameito», que solo se encuentra en Lanzarote. Estos diminutos cangrejos blancos son una rareza biológica.

Además de su belleza natural, los Jameos del Agua también albergan un auditorio al aire libre, donde se celebran conciertos, eventos culturales y espectáculos de música y danza. El escenario, ubicado junto al lago, ofrece un telón de fondo impresionante para las actuaciones, creando una experiencia única y memorable para los espectadores. Otra característica destacada de los Jameos del Agua es su piscina natural, que se encuentra en una de las cuevas más grandes del complejo. Esta piscina está rodeada de zonas de descanso y jardines exuberantes.

Los Jameos del Agua.

Arrecife

Arrecife, la capital de Lanzarote, es un enclave histórico y cultural que refleja la riqueza y la diversidad de la isla. Ubicada en la costa este de Lanzarote, Arrecife ha pasado de ser un puerto de paso para los barcos españoles y piratas en el siglo XV a convertirse en un animado centro urbano y cultural en la actualidad.

El corazón de Arrecife es su puerto, que ha sido testigo de innumerables historias a lo largo de los siglos. En sus aguas, antaño transitaban barcos que comerciaban entre Europa y África, así como embarcaciones piratas que buscaban fortuna en alta mar. Hoy en día, el puerto es un lugar vibrante donde los barcos de pesca y las embarcaciones turísticas conviven en armonía.

Charco de San Gines. Arrecife.

Uno de los símbolos más reconocibles de Arrecife es el Puente de las Bolas, una estructura levadiza que se alza sobre el agua y que conecta el puerto con el resto de la ciudad. Este puente, construido en el siglo XVII, es un recordatorio de la importancia histórica de Arrecife como puerto estratégico en el océano Atlántico. Caminar por sus calles es sumergirse en la historia de la isla. El casco antiguo está lleno de edificios con encanto, algunos de los cuales datan de los siglos XVIII y XIX. Destacan la Iglesia de San Ginés, construida en el siglo XVIII y dedicada al patrón de la ciudad, y el Castillo de San Gabriel, una fortaleza del siglo XVI que hoy alberga el Museo Arqueológico de Arrecife.

La ciudad ofrece una amplia oferta cultural y de ocio. El Charco de San Ginés, una laguna natural en el corazón de la ciudad, es un lugar popular entre lugareños y visitantes. Rodeado de pintorescas casas blancas y salpicada de coloridos barcos de pesca, el Charco es un lugar encantador para pasear y disfrutar de la auténtica vida local. La ciudad también es conocida por su animada vida nocturna y sus excelentes restaurantes. La Avenida Marítima, que bordea la costa, está repleta de bares, cafeterías y restaurantes donde se pueden degustar platos típicos de la gastronomía autóctona y saborear deliciosos pescados y mariscos

Iglesia de San Gines, en Arrecife.

La Geria

La Geria, en Lanzarote, es un testimonio vivo de la adaptación humana al medio ambiente y un ejemplo de cómo la naturaleza y la creatividad pueden unirse para crear un paisaje único y hermoso. Esta zona, situada en el sureste de la isla, es famosa por sus singulares viñedos, su paisaje volcánico y sus bodegas tradicionales. Explorar la Geria es sumergirse en una experiencia sensorial y cultural incomparable.

La peculiaridad de la Geria viene dada por su peculiar sistema de cultivo, que consiste en plantar las vides en hoyos excavados en la tierra volcánica, protegiéndolas del viento y conservando la humedad del suelo. Estos hoyos están rodeados por muros semicirculares de piedra volcánica, llamados «zocos», que protegen las plantas del viento y crean un microclima favorable para su crecimiento. El origen de este sistema de cultivo se remonta a los siglos XVIII y XIX, cuando los habitantes de la isla comenzaron a buscar soluciones para cultivar la tierra árida y volcánica de la Geria. La técnica de los hoyos se convirtió en la respuesta perfecta, permitiendo que las vides se desarrollaran en un entorno protegido y fértil, frente a un clima inospito y desertico.

Vista de La Geria.

Recorrer los viñedos de la Geria es una experiencia fascinante. Los campos se extienden hasta donde alcanza la vista, creando un paisaje de ensueño marcado por los hoyos y zocos. Durante la primavera y el verano, las vides se visten de verde, creando un contraste impresionante con el negro de la lava y el azul del cielo. Pero la belleza de la Geria no se limita a sus viñedos. La zona está salpicada de encantadores caseríos blancos, coronados por palmeras y árboles frutales, que se funden armoniosamente con el paisaje volcánico. Estas casas tradicionales, algunas de las cuales datan de siglos atrás, son un recordatorio del modo de vida rural de Lanzarote y de la historia de la isla.

La tradición vitivinícola de la Geria ha sembrado la zona de bodegas, muchas de las cuales son familiares y de pequeña escala, producen algunos de los vinos más deliciosos de Lanzarote. Desde los blancos afrutados hasta los tintos robustos, reflejan el carácter único del paisaje volcánico en el que se cultivan.Visitar una bodega es una experiencias que no se puede perder. Muchas bodegas ofrecen visitas guiadas y catas de vino, donde los visitantes pueden aprender sobre el proceso de elaboración del vino y degustar algunas de las variedades locales. Sentarse entre viñedos, disfrutar de una copa de vino y contemplar el paisaje es una experiencia inolvidable que permite conectar con la tierra y la cultura de Lanzarote.

Nuestro viaje, por esta fascinante isla, concluye con la entrega de nuestro coche en las oficinas de Cabrera Medina, sin el cual no hubiera sido posible explorar este indómito territorio.

Detalle de un viñedo en La Geria.

DÓNDE DORMIR

VILLA VIK, hotel boutique

http://www.villavik.com

Antigua villa privada reconvertida en un elegante hotel de lujo respetando la arquitectura tradicional canaria, que cuenta con magníficas instalaciones.

CÓMO MOVERSE

CABRERA MEDINA

http://www.cabreramedina.com

Sin lugar a dudas, la mejor opción para descubrir Lanzarote es alquilar un vehículo en Cabrera Medina, que brindan una espléndida flota; para satisfacer al cliente más exigente, con una gran profesionalidad. Su logotipo fue creado por el eminente Cesar Manrique.

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