Una expedición a los confines Polo Norte a bordo del Greg Mortimer de Aurora Expedition. Osos polares, imponentes glaciares, relucientes icebergs de azul zafiro y muchos desafíos por descubrir: ¡Bienvenido a Svalbard!
Spitsbergen, o Svalbard como le llaman en noruego, es un conjunto de islas en el Mar Ártico al Norte de Noruega. De hecho, se encuentran a medio de camino entre Noruega y el Polo Norte. En invierno, todo está cubierto de nieve y la temperatura promedio baja hasta menos de 15 grados. La oscuridad se apodera del lugar, y el sol no hace acto de presencia. Durante el día, la luz más brillante es la de la luna cuando se deja ver. Las estrellas brillan como en pocos lugares, y el cielo no ofrece pistas sobre el momento del día. El aire, seco y frío, tampoco ofrece pistas. Todo es triste, monótono y los escasos 2.642 habitantes que habitan en la isla intentan sobrevivir al día a día.
Akash Verma, es originario de un pequeño pueblo de Uttarhashi, una región al Norte de la India, a los pies del Himalaya, en la que nace el rio Ganges. Trabaja en el Gruvelageret, uno de los restaurantes más prestigiosos de Longyearbyen, el mayor asentamiento de las Svalbard. Tal y como él mismo confiesa: “uno llega aquí por pura casualidad, pero cuando decides quedarte es porque estás muy convencido. Bueno en mi caso muy enamorado, ya que mi pareja, Paula, que es italiana también trabaja en el restaurante. Fue un amor a primera vista” Aquí confluyen trabajadores de más de 50 nacionalidades, por lo que en Longyearbyen bien podría una ser una sede de las Naciones Unidas. “Aquí todo el mundo es muy abierto, y siempre encuentras una mano amiga o una taza de café para compartir”. La máxima felicidad llega el 8 de marzo, en Soldagen, una celebración para marcar el final de la noche polar. “Es una época del año excitante y de felicidad máxima, la gente canta, hay té, café, galletas y una emoción genuina. Aunque no nos importe vivir unos meses en la más oscura penumbra, sin poder ver la cálida luz del sol, volver a sentirlo en la cara es siempre una sensación muy agradable”, comenta Akash.

Uno de los mejores lugares en los que aprender cosas sobre el pasado del lugar es el Museo de Svalbard, situado en un
edificio anexo a la Universidad. Además de exhibir algunas réplicas disecadas de fauna local, explica de manera visual como llegaron a este recóndito lugar primero, los balleneros, en busca de fortuna, que comenzaron a poblar el archipiélago a principios del siglo XVII, seguidos por los cazadores y tramperos y, finalmente, por los mineros del carbón, que se establecieron a principios del siglo XX.
Greg Mortimer, una expedición épica al Polo Norte.
Cada vez son más los cruceros con turistas que durante el verano boreal se atreven a llegar hasta estos confines. El Greg Mortimer de Aurora Expedition no es uno más de ellos. Estamos hablando de un rompehielos de nueva generación de apenas 104 metros de eslora, construido en el año 2019. Únicamente cuenta con 80 camarotes con un diseño de Proa X-Bow, que le otorga un efecto penetrante en las olas, permitiendo una menor resistencia al arrastre y permitiendo mayor velocidad. Fue bautizado con el nombre de Greg Mortimer en honor al alpinista y explorador polar australiano Greg Mortimer, fundador de la naviera Aurora Expediciones. Este buque se enorgullece de ser uno de los barcos menos contaminantes del mundo debido a su alta eficiencia de combustible y un diseño aerodinámico que ofrece una reducción del 80 % en las emisiones. También utiliza un ancla virtual gracias al GPS y la tecnología de dirección. Esto minimiza significativamente el daño al fondo del mar generalmente causado por anclas convencionales. Dispone de una biblioteca bien surtida de libros de aventuras y está equipado con gimnasio, sauna, y dos jacuzzis al aire libre en la cubierta superior con increíbles vistas de los horizontes polares. Así mismo, cuenta con 15 zodiacs con las que poder vivir de primera mano aventuras en los rincones más remotas e inaccesibles de este desierto helado.

Lilliehöökbreen, rumbo al Norte.
El día es gris y las temperaturas extremadamente bajas a pesar de ser Junio. Decenas de gaviotas glaucas nos acompañan mientras dejamos atrás Longyearbyen, iniciando nuestra ruta circular de 11 días. El primer lugar en el que recalamos es el impresionante Glaciar Lilliehöökbreen de 22 kilómetros de longitud. Desembarcamos las zodiacs y comprobamos de primera mano los efectos del cambio climático. Unos ensordecedores estruendos marcan la precipitación al mar de secciones de más de 100 metros de altura de enormes masas de hielo que provocan repentinas olas que debemos esquivar con nuestro bote neumático. Se estima que los glaciares de Svalbard han retrocedido entre un 12% y un 16% en los últimos 100 años, algo que ni siquiera hubiese pasado por la imaginación del explorador noruego Roald Amundsen, quien además de ser el primero en
pisar el Polo Sur, también formo parte de la primera expedición aérea que sobrevoló el Polo Norte.
Sir Dougles Mawson, todo un símbolo.
Pero en el Greg Mortimer es el explorador Sir Dougles Mawson el que tiene el reconocimiento de estar colgado en un cuadro en la cubierta superior junto al restaurante. Este geólogo y explorador antártico llego a Australia cuando apenas era un bebé. se convirtió en el principal instigador de la Expedición Antártica de Australasia (1911-1914). La expedición exploró miles de kilómetros de regiones previamente inexploradas, recolectó muestras geológicas y botánicas y realizó importantes observaciones científicas. Mawson fue el único sobreviviente del Grupo del Lejano Oriente de tres hombres , que viajó a través de los glaciares Mertz y Ninnis que llevan el nombre de sus dos compañeros fallecidos. Sus muertes lo obligaron a viajar solo durante más de un mes para regresar a la base principal de la expedición. Una vez a salvo, fue nombrado caballero. Mawson fue recordado en numerosas ocasiones y de hecho, entre 1984 y 1996 apareció en el billete de 100 dólares australiano.

Bahía de Signehamna.
Conforme nos alejamos de Lilliehöökbreen enormes y relucientes masas de hielo color azul zafiro pasan por nuestro lado. Sus peculiares formas atraen la mirada de todos los viajeros. Este hielo compacto, que suele formarse en el fondo de la zona de acumulación del glaciar, apenas deja espacio para los rayos solares penetren entre las burbujas atrapadas en su interior, y de ahí su color añil intenso. Nuestro primer desembarco en tierra firme es en Signehamna, una bahía y puerto natural en Albert I Land. Se encuentra en el lado occidental de Lilliehöökfjorden. El promontorio Gunnarpynten en el medio de la bahía, que separa Signehamna de Nilspollen, conforma una especie de puerto natural ideal para embarcaciones más pequeñas. Signehamna está incluida en el Parque Nacional Nordvest-Spitsbergen, un lugar en el que todavía pueden encontrarse reliquias como la primera estación meteorológica, llamada Knospe y contruida en 1941.
Howard Whelan es nuestro guía de expedición. Explica con orgullo que fue uno de los primeros en caminar el Pacific Crest Trail de 4000 kilómetros desde Canadá a México, también cruzó el sendero de Kokoda en Papua Nueva Guinea, y pasó tres meses en la remota Rusia escribiendo para la revista America’s Outside. Además, fue el camarógrafo que acompañó al primer australiano que subió el monte Everest.
Howard va armado con un fusil. Parte de la vida cotidiana también es la amenaza siempre presente de los osos polares, que superan en número a los lugareños. A nadie se le
permite viajar por tierra sin tener los medios necesarios para defenderse de estas criaturas, que pueden llegar a pesar hasta 700 kg.
Smeerenberg es nuesta siguiente parada. Un grupo de morsas descansa plácidamente en la orilla de la playa mientras un grupo de kayaks pasa junto a su lado. Antaño, Smeerensburg fue un asentamiento ballenero en la isla de Amsterdam en el noroeste de Svalbard. Fue fundado por daneses y holandeses en 1619 como uno de los puestos de avanzada más septentrionales de Europa. Con la población local de ballenas de Groenlandia pronto diezmada y la caza de ballenas convertida en una industria pelágica, Smeerenburg fue abandonada alrededor de 1660. Este inhóspito lugar saltó a la palestra gracias la película de animación Klaus (2019), escrita y dirigida por Sergio Pablos y nominada a los Oscars, en la que un cartero destinado en contra de su voluntad a esta isla del círculo polar, se hace amigo de un misterioso carpintero llamado Klaus.

Encuentro con el oso en Phippsoya
El viaje conduce hacia el norte, hasta el borde de la banquisa, en un área con islas escarpadas, enormes acantilados glaciares, tundra amplia y un mundo animal único. La vegetación en este paisaje es bastante escasa, pero el mundo animal tiene una fascinante variedad de especies. Mientras que en las áreas áridas y sin hielo solo crecen musgos y líquenes, el archipiélago al norte de Noruega alberga renos de Svalbard, zorros árticos, focas, enormes colonias de aves y morsas, ballenas y osos polares, que en el verano polar a menudo viven en los bordes de la banquisa frente a las siete islas itinerantes. La observación de los animales en su entorno natural y los magníficos espectáculos naturales hacen que este crucero de expedición entre el Círculo Polar Ártico y el Polo Norte sea inolvidable.
Oso a la vista!! La megafonía del Greg Mortimer lo anuncia claramente. Se paran maquinas y las cámaras de fotos no dejan de abrir y cerrar el obturador. Lentamente se va acercando hasta prácticamente olisquear el casco del bote. Su curiosidad no tiene límites. Se gira y emprende el camino de vuelta. No será ni de lejos el único oso que veremos, de hecho en la gran mayoría de días hubo avistamiento, algunos incluso con familias al completo.

Las morsas de Torellneset
Al llegar a Torellneset no sorprendió una gran colonia de morsas, aunque de hecho fuimos nosotros los que les sorprendimos a ellas, que parecían estar posando en cada retrato.
El acantilado de Alkefjellet es todo un espectáculo. Decenas de miles de araos de pico grueso habitan en estas
escarpadas montañas. Son excelentes buceadores y pueden alcanzar profundidades increíbles de hasta 150 metros y permanecer bajo el agua hasta cuatro minutos. Sus graznidos son ensordecedores al rebotar en las paredes de la roca magmática de las paredes. Fotografiarlos en pleno vuelo en tarea complicada.
Las morsas parecen convivir en plena armonía con los renos a nuestra llegada a Faksevagen Fakse Bay en la entrada al fiordo de Lomfjord. Ellas descansan en una cala apartada y ellos pasturan en la tundra a escasos metros. Por la tarde, nuestro rompehielos pone rumbo al sur, atravesando las islas deshabitadas de Barentsøya y Edgeøya para recalar junto a las paredes del glaciar Samarinbreen. Un precioso paisaje montañoso al resguardo de una bahía, reflejada a la perfección en estas aguas cristalinas al sur del fiordo Hornsund. El glaciar lleva el nombre de Samarin, el nombre de un artesano, pescador y miembro de expediciones al Ártico entre 1899 y 1902. El cielo está despejado y el sol parece intentar calentar un paisaje gélido. Algunos aprovechan para darse un baño en el spa de cubierta, otros optan una zambullida polar, un terrible rito de iniciación para los visitantes al Ártico que implica saltar al agua del mar casi congelada.
Nuestra última caminata la hacemos en Ingebrigtsenbukta, una bahía en la costa sur de Van Keulenfjorden dentro del Parque Nacional Sør-Spitsbergen. La bahía tiene aproximadamente 3 km de ancho y va desde Kapp Toscana en el oeste hasta Ålesundneset en el este. Allí se encuentra Bamsebu, una cabaña de madera que usaban los balleneros y que todavía está en uso. En la puerta y las ventanas pueden observarse los largos clavos que sobresalen para evitar que los osos entren por la fuerza. Cerca de la cabaña hay un pequeño almacén y un bote de madera boca abajo, llamado Kjeftausa, que se usaba como refugio y almacenamiento. Los huesos de ballenas belugas se apelotan por centenares arrastrados por las corrientes.
El ultimo día, antes de llegar a Longyearbyen de nuevo, desplegamos nuestras zodiacs en Gasbergkilen, donde cientos de pájaros anidan en las rocas. De repente aparece en escena un zorro polar que intenta solucionar la cena del día, y todos pendientes del resultado final. Al final los pájaros parece avisarse entre ellos y el cánido se queda sin festín. El colofón perfecto a un viaje inolvidable en el que casi podemos sentirnos exploradores.

GUIA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
La forma más rápida y cómoda para viajar a Svalbard es en avión, desde los aeropuertos de Oslo y de Tromso. Hay dos compañías que se encargan de este recorrido: Scandinavian Airlines (SAS) y Norwegian. Los vuelos desde Tromso están gestionados únicamente por SAS. Los precios varían mucho, oscilando entre los 200 y 500 euros pero pueden subir hasta los 1500 en temporada alta. Los vuelos desde Oslo, al estar gestionados, en parte, por Norwegian tienen, quizá, más posibilidades de ser más económicos. Las Svalbard se encuentran a medio camino entre Laponia y el Polo Norte, y se tarda 1,5 horas desde Tromso y unas 3 desde Oslo. Para entrar en Svalbard se necesita pasaporte, pese a formar parte de Noruega.
CLIMA
«Svalbard” quiere decir “costas frías” en noruego. Pese a todo, el archipiélago disfruta de un clima relativamente suave en comparación con otras zonas en las mismas latitudes. El perenne sol de medianoche en verano y las oscuras noches de invierno hacen que la región se viva de dos formas totalmente distintas. Además, la llamada noche polar es en Svalbard especialmente oscura. Y es que durante el periodo que va desde mediados de noviembre hasta finales de enero hay tan poca luz que puedes llegar a ver las auroras boreales durante el día.
DONDE DORMIR RADISON BLU POLAR http://www.radissonhotels.com Vei 229-3 Longyearbyen. El hotel dispone de 95 habitaciones de las cuales 67 habitaciones estándar, 27 junior suites (cuartos de cuatro camas) y 1 suite. Todas las habitaciones están bien equipadas con baño privado, TV, cafetera, albornoces, zapatillas y mini bar. Las junior suites están ubicadas junto al edificio principal del hotel, justo en el centro de Longyearbyen. El edificio cuenta con una ubicación fantástica con vistas a Adventdalen, Hiorthfjellet y Adventfjorden.
MÁS INFORMACIÓN Aurora Expedition. http://www.auroraexpeditions.com.au Turismo de Noruega. http://www.visitnorway.es
