ISLANDIA. La isla de fuego y hielo

Parece increíble que una isla pueda tener un interior incandescente mientras que en la superficie podemos estar pisando hielo. Pero Islandia es así, una tierra de contrastes, de naturaleza salvaje y paisajes extremos. Y es que precisamente son estos cambios extremos los que hacen Islandia lo que es, una isla fascinante dominada por la naturaleza.

Texto YVONNE SOLÉ y fotos: FÉLIX LORENZO

Reykjavik, la capital

El centro de la ciudad de Reykjavik se puede recorrer fácilmente a pie. Vale la pena visitar la iglesia Hallgrimskirkja ubicada en un imponente edificio de cemento que recuerda a las columnas de basalto de la playa negra de Vik; el Harpa, un original auditorio frente al mar con centenares de paneles que reflejan la luz o pasear por Laugavegur, la arteria comercial más antigua. No hay que olvidarse de hacer una parada para comer un delicioso perrito caliente en Bæjarins Beztu Pylsur un puesto callejero que ganó fama desde que en 2004 Bill Clinton se comió un perrito.

Reykjavik


Un poco alejado del centro encontramos el museo Perlan ubicado en un edificio futurista digno de ser visitado por varias razones, entre las que destaca la primera cueva de hielo en interior del mundo, de 100 metros de largo y construida con más de 350 toneladas de nieve o su espectacular azotea circular desde la que se obtiene una maravillosa panorámica de 360 grados. Desde el antiguo puerto de Reykjavik salen a diario barcos para hacer avistamientos de ballenas. En las excursiones, que suelen durar entre dos y tres horas, es posible observar distintos tipos de ballenas, aunque las más habituales son las jorobadas, así como delfines y marsopas. Y del mar, pasamos al aire. Para conocer Islandia desde otro punto de vista la atracción Fly Over Iceland sobrevuela de forma virtual los paisajes más espectaculares del país, desde glaciares hasta cascadas, pasando por ciudades, en diferentes estaciones del año.

La escultura Viajero del Sol en Reykjavik

El círculo dorado, la esencia de Islandia en un día

Partiendo desde Reykjavik, nuestra primera parada es el cráter Kerid.Los estudios más recientes confirman que se trataba de un volcán cónico que erupcionó y vació toda la reserva de magma, de forma que el cono colapsó sobre sí mismo. El agua que se ve en su interior está al mismo nivel que el mar y no proviene de la lluvia. Podemos rodear el cráter a pie y después bajar hasta el agua para hacernos a la idea del tamaño del volcán.
Nuestra ruta continúa en dirección a los baños geotermales de Laugarvatn Fontana, aproximadamente a medio camino del Círculo Dorado un lugar donde visitantes y locales van a experimentar la auténtica naturaleza islandesa mientras se relajan en las cálidas piscinas geotermales y baños de vapor naturales.

La mayoría de las verduras de Islandia se cultivan en invernaderos con calefacción geotérmica. Uno de los mayores productores de tomates de la isla -2 toneladas al día durante todo el año- es Fridheimar. Además de poder visitar sus invernaderos merece la pena acercarse hasta allí para comer en su restaurante. Las mesas están dispuestas entre tomateras y tiene como curiosidad añadida que todos los platos de la carta contienen tomate como ingrediente principal: sopa, cerveza, cócteles e incluso helado.

Cráter Kerid

Nuestra siguiente parada es el área geotérmica de Geysir, donde se encuentra el Gran Geysir, el que dio nombre a este tipo de fenómeno natural, aunque hace años que dejó de estar activo. Por suerte, alejado tan solo unos pasos nos encontramos con el geysir Strokkur que sigue en funcionamiento. Impresiona ver cómo el agua caliente sale propulsada a intervalos más o menos regulares de entre 8 y 10 minutos hasta una altura de 30 metros.
A tan solo 10 km de allí también se puede sentir, con más intensidad, la fuerza del agua. La cascada Gulfoss es una de las más llamativas y sorprendentes de Islandia gracias a su doble caída de 32 metros. Es famosa también por los arcoíris que se forman en su vapor en los días soleados.

Costa Sur, cascadas, playas negras y volcanes

Otro lugar curioso es la cascada de Seljalandsfoss, la cual se puede rodear completamente, ya que detrás de la cortina de agua de 60 metros se ha formado una amplia caverna. Tenemos que ir bien preparados con chubasqueros y zapatos con buen agarre, porque quedaremos empapados.

Donde también nos mojaremos es en la cercana Skógafoss. Visible desde la carretera es una de las más grandes de Islandia, con un ancho de 25 metros y una caída de 60 metros.

cascada de Seljalandsfoss,

Península de Reykjanes

Para acabar el viaje, una buena idea es acercarse hasta Krýsuvík, un impresionante paisaje de fenómenos geotérmicos, piscinas de lodo hirviendo, fumarolas y los vibrantes rojos, amarillos y verdes del terreno rico en minerales. A pocos kilómetros se encuentran dos de los lagos más impresionantes de Islandia: Graenavatn y Kleifarvatn, restos de cráteres de explosión que se formaron durante las erupciones volcánicas.
No se puede volver de Islandia sin haberse dado un baño en el Blue Lagoon, uno de los spas geotermales más afamados del país situado en un campo de lava, y el agua es suministrada por la cercana central geotérmica Svartsengi. El color blanquecino del agua se debe a que en su composición hay una gran cantidad de sílice.

Para tener una idea de cómo se formó Islandia hace millones de años, de su actividad volcánica y sus terremotos, es recomendable visitar el Lava Center -en Vik-, una exposición educativa interactiva de alta tecnología que explica de forma sencilla e interesante porqué Islandia es como es. Cerca de Vik, ya en la costa, encontramos Reynisfjara, la que es la playa negra de Islandia, con su distintiva arena oscura formada por basalto. Las enorme pared de columnas de basalto a un lado, las olas chocando con fuerza en la orilla y el viento que suele azotar esta zona la convierten en un paisaje de otro mundo.

Blue Lagoon

Guía práctica

Cómo llegar:

Icelandair ofrece vuelos directos desde Madrid, Barcelona, Alicante, Las Palmas de Gran Canaria y Tenerife Sur al aeropuerto internacional de Reykjavik. www.icelandair.com

Dónde dormir:

Icelandair dispone de hoteles en varios puntos de la isla, de diseño nórdico y muy confortables. El Reykjavik Natura tiene vistas sobre el museo Perlan, está muy cerca de la playa geotermal, dispone de spa, aparcamiento gratuito y es family-friendly: www.icelandair.com/es-es/

Más información:

Avistamiento de ballenas

Museo Perlan

Lava Center

Icelandic Lava Show

Restaurante-invernadero Fridheimar

Fly Over Iceland

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